Ya se sabe, por ejemplo, para qué tejen su tela las arañas...
Otro enemigo declarado lo constituyen, sin duda, las aves. Pájaros de especies muy diversas se alimentan principal o exclusivamente de insectos. Sus picos varían según el tipo de presa predilecta: finos y puntiagudos para rebuscar en el follaje, anchos y planos para cazar en vuelo, etcétera.
Entre las aves que son a la vez granívoras (es decir, que comen granos) e insectívoras están los canarios, los jilgueros, los pinzones. Las golondrinas y los vencejos son muy eficaces en la práctica de cazar insectos al vuelo.
Los batracios no se quedan atrás. Con su velocísima lengua retráctil, sapos y ranas ingieren una enorme cantidad de insectos cada noche. Camaleones y otros reptiles, incluyendo serpientes, tienen las mismas costumbres alimenticias. También los peces ingieren insectos, sea de los que viven en el agua, sean de los que accidentalmente caen allí.
¿Y los mamíferos? Topos, erizos, musarañas, murciélagos –entre otros- son también insectívoros, aunque no siempre en exclusiva. En cada caso, se lo permite su boca o su trompa.
Pero ninguna tan especializada como la del oso hormiguero (también llamado oso caballo por su gran tamaño), cuadrúpedo desdentado del área tropical de América del Sur. Su lengua cilíndrica parece una lombriz, pero está impregnada de una sustancia adherente. Su treta de cazador consiste en arañar la boca del hormiguero, haciendo ruido y estragos. Cuando las hormigas, alarmadas, corren a ver qué sucede... el oso hormiguero hace lo que su nombre le indica.
De modo que son insectívoros –además de muchos insectos y artrópodos- aves, peces, reptiles, mamíferos. Cuando se sume el hombre, los insectos pasarán a ser algo así como la dieta universal...
José Méndez
14.962.207
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