jueves, 14 de junio de 2007

Control biologico

COLOMBIA, LÍDER EN CONTROL BIOLÓGICO DE PLAGAS
A consecuencia del incremento y conservación de agentes de control biológico como el Trichogramma Pretiosum Riley, se registran últimamente descensos poblacionales de plagas que anteriormente demandaban control químico.

En Colombia, específicamente en el departamento del Valle del Cauca, se vienen implementando programas de Manejo Integrado de Plagas (MIP) en varios cultivos como algodonero, tomate, soya, fríjol, yuca, plátano, sorgo, maíz y frutales, con el fin de evitar el uso de insecticidas y permitir la restauración de los ecosistemas alterados en su equilibrio biológico "En estos programas es necesario recuperar, conservar e incrementar las especies benéficas eliminadas por los químicos, entre ellas, parasitoides, depredadores, y entomopatógenos, ya que son parte fundamental de programas de control biológico de plagas", manifiesta Fulvia García Roa, Ingeniera Agrónoma y entomóloga de Corpoica.

Durante los últimos veinte años, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, ha concentrado la investigación entomológica en la búsqueda de alternativas tendientes a enriquecer y diversificar los programas de manejo integrado de plagas.
Las investigaciones se han dirigido preferencialmente a probar la efectividad del parasitoide Trichogramma, a nivel de campo, para estudiar su comportamiento y obtener los más altos niveles de parasitismo que determinen un manejo adecuado del insumo biológico. De igual manera, la institución ha sido vigilante del proceso de producción del parasitoide a escala comercial para asegurar una alta calidad del material vendido al agricultor.
Los parasitismos alcanzados por Trichogramma superan entre el 80 y 90% de la oviposiciones, protegiéndose el cultivo de daño por larvas, las cuales difícilmente pueden ser detectadas sobre las plantas.

El haber sostenido durante mucho tiempo la práctica de liberar Trichogramma y simultáneamente dejado de aplicar insecticidas en más de 200.000 hectáreas del Valle del Cauca, ha propiciado también el resurgimiento y la multiplicación de variadas especies de parasitoides, depredadores y entomopatógenas que prácticamente habían desaparecido y que complementan la magnífica acción de Trichogramma en el campo.
Como consecuencia del incremento y conservación de agentes de control biológico se registran últimamente descensos poblacionales de plagas que anteriormente demandaban control químico.
Gracias a programas de este estilo, Colombia mantiene un liderazgo en control biológico, a nivel latinoamericano, dada la experiencia y la tecnología generada en la producción y manejo del parasitoide Trichogramma, situación que ha reclamado una actividad de asesoría, capacitación y transferencia.

La reducción económica en gastos relacionados con la inversión en control químico y la aplicación de insecticidas se estima de 50 a 70% de los costos de control, presentándose situaciones en las cuales se pasó de más de 20 aspersiones por cosecha de algodón a un manejo biológico de 200 pulgadas de Trichogramma por hectárea.

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